Hipermetropía
- /
- Optometría
- /
- Hipermetropía
¿Qué es la hipermetropía?
La hipermetropía es un trastorno visual en el que la persona tiene dificultad para enfocar los objetos cercanos, pero puede ver con claridad los objetos lejanos. Esto se debe a que la luz entra en el ojo y se enfoca detrás de la retina, en lugar de directamente sobre ella.
Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipermetropía es uno de los problemas refractivos más comunes en la población mundial, y afecta aproximadamente a un 20% de la población mundial.
La hipermetropía es uno de las problemas más comunes en niños y adultos jóvenes. A menudo, la hipermetropía es hereditaria y puede ser detectada en bebés y niños pequeños. Sin embargo, también puede ser causada por un ojo demasiado corto o una curvatura insuficiente de la córnea.
Principales síntomas
Los síntomas de hipermetropía incluyen
- Dificultad para enfocar objetos cercanos
- Fatiga ocular al leer en el móvil o trabajar en el ordenador
- Dolor de cabeza y dolor ocular después de realizar actividades visuales prolongadas
- Visión borrosa y hasta a veces doble.
Posibles causas
Nuestros ojos funcionan como una cámara fotográfica. Enfocan la luz en la parte posterior del ojo (retina), que es lo que nos da una visión nítida. Este problema de refracción está causado porque la luz que incide en nuestro ojo no queda enfocada correctamente en nuestra retina.
- Una causa puede ser que nuestros ojos sean un poco más cortos de lo habitual. Esto significa que la retina está más cerca de la pupila, lo que hace que la luz pase por la retina. Un ojo normal suele medir alrededor de 23 mm de largo, por lo que un ojo hipermetrópico medirá menos de esa medida.
- Otra causa por la que puedes tener hipermetropía es que la forma de tu córnea sea más aplanada. La córnea debe estar curvada para dirigir la luz sobre la retina.
Ambos factores causan hipermetropía, ya que hacen que la luz pase por la retina. Esto da como resultado una visión borrosa y puede afectar su vida diaria.
Hipermetropía en niños
La hipermetropía suele ser genética. Los bebés y los niños pequeños pueden padecer hipermetropía, pero con el tiempo se corrige por sí sola. Esto ocurre porque los globos oculares se alargan a medida que crecen. Sin embargo, el resultado puede ser un ojo vago. Esto se debe a que el cerebro ignora el ojo con la visión más débil y no aprende la forma correcta de ver. Si esto no se corrige en niños pequeños, existe el riesgo de que el ojo más débil nunca vea tan bien como el otro.
Principales tratamientos
El tratamiento de la hipermetropía puede incluir gafas, lentes de contacto o cirugía.
Las gafas y las lentes de contacto son una opción común y efectiva para corregir la hipermetropía, ya que proporcionan una imagen nítida al aumentar el poder refractivo del ojo.
La cirugía refractiva es una para corregir la hipermetropía, aunque no es adecuada para todas las personas y puede tener ciertos riesgos y posibles efectos secundarios.
Es importante tener en cuenta que la hipermetropía no siempre necesita ser tratada. Muchas personas con hipermetropía leve no experimentan síntomas y pueden llevar una vida normal sin corrección. Sin embargo, para aquellos con síntomas más graves o que experimentan dificultades para realizar actividades cotidianas, como leer o trabajar con ordenador, es importante considerar el tratamiento.