Control de la miopía

¿Qué es el control de la miopía?

Cuando a un niño le aumenta la miopía es debido en la mayoría de los casos a que su ojo sigue creciendo, alargándose. A nivel visual podemos ir compensando ese aumento cambiando la graduación de las gafas, pero el problema reside en que cuando ese niño sea adulto, cuanto mayor sea el número de dioptrías que haya alcanzado, mayor será el riesgo de sufrir enfermedades oculares, tales como el desprendimiento de retina, las cataratas, el glaucoma, o la maculopatía miópica entre otras, provocando algunas de ellas una pérdida de visión irreversible.

Incluso si el hoy niño, cuando sea mayor decidiese someterse a una cirugía refractiva para tratar su miopía, el riesgo de sufrir estas complicaciones se mantendría, pues el riesgo reside en una longitud excesiva del globo ocular y esta no disminuye al “eliminar” las dioptrías con la cirugía.

Relacion-miopia-y-patologias-oculares

Por ello es importante no solo compensar la miopía con gafas o lentes de contacto para que el niño vea bien en todo momento, sino también realizar algún tipo de tratamiento con el objetivo de ralentizar el aumento de la miopía, o sea intentar que el ojo crezca lo menos posible.

Hoy en día hay dos tipos de tratamiento estrella para el control de la miopía: los farmacológicos que deben ser indicados, pautados y controlados por un médico oftalmólogo y los tratamientos ópticos mediante el uso de lentes de contacto, siendo los ópticos-optometristas los profesionales que las adaptan. Entre estos últimos se encuentran la ortoqueratología (ORTO-K), las lentes de contacto de uso diurno con diseños especiales para el control de la miopía y las lentes oftálmicas para gafas con desenfoque periférico.

en la fotografia relacion control de miopia se aprecia que a mayor miopia, mayor probabilidad de desarrollar patologias oculares